En cromatografía líquida, la bomba es la encargada de mantener el flujo constante de la fase móvil… y cuando algo no va bien, el cromatograma lo nota.
Ya sea por un pequeño ruido en la línea base, una presión que sube sin razón aparente o un flujo que se vuelve inestable, muchas veces el origen está ahí: en la bomba.
Alta presión vs. baja presión: no todo es cuestión de fuerza
- Sistema de gradiente en alta presión
Mezcla los disolventes después de la bomba. Es preciso y rápido, aunque puede entregar un flujo ligeramente inferior al programado por contracción del disolvente. - Sistema de gradiente en baja presión
Mezcla los disolventes antes de la bomba. Es más flexible, pero introduce un retraso en la llegada del gradiente a la columna, algo a tener en cuenta en métodos con rampas rápidas.
¿Qué señales te indican que algo va mal?
- Ruido repetitivo en la línea base
- Picos de presión sin causa aparente
- Gradientes poco reproducibles
- Fugas visibles o acumulación de sales cerca de conexiones
- Pérdida de cebado o dificultad para arrancar el flujo
La mayoría de estos síntomas apuntan a problemas en válvulas de retención, pistones, sellos o burbujas de aire atrapadas.
Mantenimiento que marca la diferencia
Una bomba bien cuidada es una bomba invisible. Reemplazar sellos periódicamente, purgar con agua desionizada al final del día (especialmente si usas fases con sales) y estar atentos a los primeros signos de desgaste es lo que marca la diferencia entre una rutina fluida y una jornada llena de sobresaltos.